Las palabras a veces pasan al hombre como una flecha que desencadena cualquier sentido en el norte.
En el sur del alma en lloro un río mata, sangra un mar
que no perdona la aflicción.
Así, es mejor caminar sin dirección porque el este y el oeste se hace presente en la oscuridad.
Todos pueden acercarse como una niebla, un rocío
a nadar por el canto de ninar.
Sem comentários:
Enviar um comentário