Durante muchos años traté de tratar de respirar para preguntas de las cuales estaban nítidas y yo por ingenuidad no observa lo obvio y, en detrimento de las circunstancias perpassantes por mis ojos, no percibía! De cierta manera yo estaba ciego, no quería ver la mentira de la apariencia del mal entre el bien porque en mi aceptación todo podría ser lúdico, ¡qué tonto fui yo! Pero hoy estoy con los ojos bien abiertos y percibo nítidamente la apariencia de la locura como el sonido de una copa de cristal tirada al suelo.
Generalmente muchas mujeres insatisfechas con su realidad acostumbran a frecuentar algún tipo de religión de la cristiandad por ser un favor de escape para chisme y deshacer de carácter en lo que rodea su posible condición inferior en el mundo subjetivo que vivimos. Sin embargo, esas mujeres son personas amargadas, sufridas con sus matrimonios desajustados, relaciones que no han funcionado por cuestiones sociales e incluso frustración inherente de una creación machista ... ¡recalque! son tantas clasificaciones que la psicología podría explicar ese anhelo por lo externo, en el caso de Dios, Dios que las acepta por la miserabilidad de ser mujeres provistas y desprovistas de valores, nunca me sería prudente etiquetarlas, desgraciadamente en la mayoría son esclavas del hombre, el pecado sacro-santo, amantes del Cristo que las rechazan y así, ellas hacen de la iglesia, templos, solares ... su mayor vivencia para alcanzar a todos con su nivel de ignorancia y elevándose la categoría de bienaventuradas en un sepulcro caído, vacío, indignas para no llamarlas prostitutas de la fe de la nada.
Hoy me siento compasión de esas mujeres que pasan la vida en la fe y nunca han podido encontrarse en el mundo de la verdadera esencia de fe, por ser sólo un rostro en una multitud a marcar presencia a los hombres de fe, sacerdotes, pastores, oradores o expositores. son dignas de alabar por la falta de razón en justificación de la fe en un Dios muerto, pues, a través de ellas existe la mentira y la interpretación del opio.
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